Descubrí que, o yo no era un chico que hiciera líos, o no me los acordaba.
Pero quería que mi hijo hiciera “¡wow!”, así que les puse un poco de levadura y condimento a pequeñas anécdotas que recordaba…
La anécdota en sí era:
– Cuando niño una vez entramos con varios del pueblo a una casa abandonada. Estábamos asustados tanto por el estado de la casa, como por ser descubiertos. Era de día o de tarde, abrimos la puerta, entramos, uno tiró una piedra adelante, gritamos del susto. Entró alguien, un vecino, y nos retó, dijo que avisaría a la policía y todos salimos corriendo asustados.
Como se ve, le falta condimento.
Como decía un verso de Martí: ¿Qué es lo que falta que la aventura falta?
¿Qué es un lío?
– desobedecer las reglas haciendo algo divertido
– desordenar
– “desaparecerse” y que no nos encuentren
– actuar con descuido: provoca golpes, sustos
– tocar un botón y que pase algo que no debiera
– usar algo que no deberíamos
– usar algo de una manera que no es la correcta
– dejar de hacer algo: olvidar una obligación, distraerse y que por culpa de eso, ocurra algo no deseado
– más en general: romper, no respetar un orden o procedimiento establecido por los grandes, y que eso tenga consecuencias, se note en acciones que los grandes deben volver a encaminar
– lío es todo aquello por lo que te retarán, si te descubren, pero que no tiene consecuencias graves
– una especie de acto de resistencia civil, de desobediencia civil, llevado al plano de la infancia
Todo lo que altere:
– orden
– uso
– cuidado
– quietud
– silencio
– previsibilidad
– control
y todo esto por hacer algo divertido, o sin pensar más que lo inmediato y no en las consecuencias.
De modo que conté la historia echándoles levadura a los aspectos de lío y suspenso.